CAPITULO II: ENTERRÁNDOME VIVO, PEQUEÑA INTRODUCCIÓN
VOY LOGRANDO RECAPITULAR LAS SITUACIONES, LOS MOMENTOS Y LOS DETALLES, ES MUY INNECESARIO CREAR UN MUNDO DE FANTASÍAS, CUANDO SE MUY BIEN QUE EL REALISMO ME PISA LOS TALONES.
Fue en el colegio, en ese preciso instante, donde todo sucedió, entre mis mil suspiros, mi dedicación y pensamiento interno, todos y exclusivamente para Maia, las miradas penetrantes que emanaban de mi ser para con ella, mi sentido del tacto infinito de tenerla tan cerca, pero tan distante a la vez, me martirizaban, y, de tan solo recordarlo, mi instinto asesino fluye, y me gustaría dejarla sin vida.
"-Buenas tardes, me presento, mi nombre es Abbi, pero mis amigos me dicen Abbi"- Al principio no lo entendí muy bien, como tampoco lo tomé a la gracia, era simplemente un comentario avasallante que largó esa belleza de mujer que cruzó la puerta del salón donde estaba cursando quien les habla, seguido de un "Soy la nueva alumna".
-"Siéntese al lado de Starck por favor, es momentáneo-" Dijo frunciendo el ceño y fumando de su pipa el profesor de cívica. Cuando quise reaccionar, la jóven estaba sentada al lado mio, y, como verán sí, Starck es mi apellido.
Costo mucho el darme cuenta que no solo me gustaba, sino que sentía un raro cosquilleo en el cuerpo cada vez que la veía y me sonreía.
Fuimos compañeros de banco durante meses, y por fin, me fui dando cuenta que no solo era mi compañera, sino que se estaba convirtiendo en una amiga, mi mejor amiga; conocí a su familia, ella conoció mi desastrosa forma de vivir, y conoció a mi madre, a quién juré nunca más llevarle una amiga ante su presencia.
Sepan disculpar mi forma de escribir, no estoy acostumbrado a las cronológicas, estas cosas pasaron en un lapso de 3 meses, estamos en Junio, y mi amistad con Abby recién estaba dando un gran salto. Entre las muchas cosas que logramos hablar, me contó que era hija única, que viene de un pueblo llamado Sierra Chica, y que su vida no es muy emocionante, motivos tal por los cuáles asintió en la decisión de sus padres de mudarse a la gran ciudad; estuvo de novia durante 3 años con una persona que, por la forma de referirse al muchacho, no la supo valorar, y que recién ahora se está recomponiendo de las secuelas que este mal nacido le dejó.
El tiempo fue pasando y yo, sí, y yo me fui enamorando.
¿Pero como decirle? Ella podía tener el mundo a sus pies si quería, mientras que yo no tengo ni donde caerme muerto. Nada para ofrecerle, nada para brindarle, solo un cuerpo inerte que al final, al final no sirvió de nada.
Pobre, si tan solo supiera lo triste que es verla con una sonrisa en el rostro, sabiendo que es feliz sin ser yo partícipe de esos momentos de felicidad que la abrazan en estos momentos. Que deseo con todo el corazón tenerla conmigo para siempre, pero que no puedo decir ni omitir comentario alguno, no quiero manchar ni cortar nuestra hermosa amistad. Fue así entonces, cuando la pesadilla y el pensamiento de dañarla comenzó a surgir y atormentarme todos los días de mi vida.
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